viernes, 28 de octubre de 2011

A los que piensan que les he abandonado…

… como el desodorante ya les digo que no. Todo ha sido que hay más cosas que hacer que horas tiene el día.
Empezando  por el afinamiento del vino. Por que si creéis que una vez prensado ahí te quedas os equivocáis de parte a parte. Existe una otra fermentación.
Esta segunda parte, la realizan unos bichitos llamados  bacterias lácticas,         que transforman el ácido málico que es un ácido muuuy áspero y lo convierten en ácido láctico. Es algo así como el cuento del patito feo. Lo que pasa es que el cisne majetón es un ácido suavecito en boca.
Pero hasta que eso ocurre:
  1. El vino no puede bajar de 18ºC
  2. Hay vigilarlo cada dos días con analíticas
  3. Cuando ha terminado, rápidamente poner anhídrido sulfuroso para que se mueran las bacterias y otros bichos por que si no se puede picar antes de que te des cuenta.
Y luego, si es lo programado, hay que meter el vino en barricas. Pero claro, primero han de estar vacías y limpias…
Que os digo que el vino es como un hijo, en sentido literal!!!!!!

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